MARCA.- Polonia había sido hasta ahora la sensación del Eurobasket (con permiso de España) tras plantarse en los cruces y cargarse a Eslovenia en cuartos de final. Sin embargo, lo suyo fue el sueño de una noche de verano. Ante Francia volvió a ser un equipo terrenal, demasiado quizá, y cayó desplomada ante el músculo de los galos, que impusieron su físico ante un apocado rival al que avasallaron desde el salto inicial hasta el final propinándole una paliza humillante que pasará a la historia (54-95). Y no se dejen llevar por el abultado resultado, los galos tampoco firmaron el mejor partido de su vida. Ni siquiera de este campeonato. Pero enfrente había un fantasma.
Ni Ponitka, Ni Balcerowski, ni Slaughter… ni nadie. Polonia no compareció en el Mercedes-Benz Arena y fue presa fácil para una Francia que sólo tuvo que apretar las clavijas en defensa, imponiendo su físico y el tremendo poder intimidador de sus torres, para sacar del partido a su rival, impotente para romper esa telaraña de brazos cerca de la zona y desacertada a más no poder desde el perímetro. En muchos momentos del partido pareció un encuentro de niños contra hombres. Impropio de una semifinal continental.
Inicio demoledor de los galos (9-22, min 13)
El inicio de partido fue un fiel reflejó de lo que iba a suceder luego. Polonia sólo fue capaz de anotar tres canastas en los 13 primeros minutos de partido (9-22, min 13). El madridista Yabusele (22+4) se desmelenó y el exmadridista Heurtel, tras salir por Albicy, dirigió con maestría el primer órdago ganador de los galos, cuyos pívots sembraron el terror. Primero Gobert, luego Poirier con Fall y más tarde Gobert con Poirier.
Los polacos huían despavoridos de la pintura y sólo Slaughter, con tres triples evitó una humillación mayor en una primera parte sonrojante (18-34). Su planilla estadística no podía ser más escuálida: 7/31 tiros de campo con 4/18 tiros de dos y 3/13 triples. ¡Siete canastas en la primera parte! Un esperpento hiriente para los polacos y demasiado dañino para la imagen del campeonato. Difícil explicar el derrumbe tan descomunal de Polonia.
Sin capacidad de reacción y derrumbe total
Entre Yabusele, Heurtel y Gobert (seis puntos y tres tapones) habían dejado el partido sentenciado al descanso. La única incógnita que quedaba por despejar era si Polonia iba a poder apelar a su orgullo para al menos maquillar el dehonroso marcador. Y no, no sólo no fue capaz de hacerlo, si no que se hundió más aún en el pozo de la impotencia. Sin fe, ni acierto, ni confianza, ni ganas, bajaron los brazos y los franceses, con el viento a favor y sin resistencia, fueron ampliando su ventaja como en un entrenamiento hasta los 44 puntos (51-95, min 40).
Sólo entonces acabó la pesadilla para los polacos, que encajaron la peor derrota en una semifinal en la historia del Eurobasket, superando el registro que también ellos tenían el dudoso honor de poseer, cuando cayeron en 1967 ante la URSS por 108-68. Habrá que ver hasta qué punto les afecta este histórico rapapolvo en la lucha por el bronce. ¿Qué pensarán Doncic y los eslovenos desde sus casas tras ver este partido? Para tirarse de los pelos.
Ficha técnica:
54 – Polonia (9+9+18+18): Slaughter (9), Ponitka (7), Sokolowski (2), Cel (3), Balcerowski (5) -cinco inicial-, Dziewa (5), Garbacz (5), Kolenda (-), Michalak (9), Olejniczak (2), Schenk (2) y Zyskowski (5).
95 – Francia (15+19+30+31): Albicy (3), Fournier (10), Tarpey (8), Yabusele (22), Gobert (6) -cinco inicial-, Fall (6), Heurtel (7), Luwawu-Cabarrot (4), Maledon (3), M’baye (8), Okobo (10) y Poirier (8).
Árbitros: Saverio Lanzarini (Italia), Martins Kozlovskis (Letonia) y Lorenzo Baldini (Italia). Sin eliminados.