La Selección cae con Bélgica en uno de sus peores partidos recientes: bajo acierto, pocos puntos y un final en el que Bélgica aceleró para ganar
MARCA.- Es pronto para lanzar campanas al vuelo pero España necesita reaccionar antes de los principales objetivos. La selección cayó en su segundo partido de la Ventana FIBA ante Bélgica (58-53) en un choque impropio de la campeona de Europa. Sin ritmo, con poca anotación y no leyendo bien el tramo final. No significa nada, pues la clasificación al EuroBasket es muy larga y los objetivos de verano… son en verano (lógicamente). Pero como última prueba antes del Preolímpico -que tendrá amistosos previos- no señala buenas sensaciones. Muchas cosas que mejorar.
Algunas, claro, tienen que ver con el talento. No abunda, habrá mucho más en verano y la convocatoria subirá, pero es un factor a tener en cuenta en el tramo final de la Ventana. Pero otras, como la concentración final no puede ponerse en duda. Bélgica castigó a una España en 53 puntos, con bajísimos porcentajes de acierto: 12/27 T2 y 5/20 T3. Ricky Rubio jugó bien, de nuevo. Aunque desapareció en los minutos final tras firmar 4 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias como línea estadística.
Un inicio sin ritmo
Como ocurrió en Zaragoza, la entrada de España al partido fue poco a poco. Cuestión de ritmo. Scariolo lo intentó anticipar repitiendo quinteto (Ricky, Xabi López-Arostegui, Parra, Juancho Hernangómez y Pradillla). Pero el acierto no despertó, de hecho España metió lo mismo que contra Letonia en el primer parcial. 2/8 en triples por los visitantes y un pobre 1/8 belga. Con lo que la igualdad era notable, más allá de un buen final de Darío Brizuela para desequilibar el primer parcial (11-14, 10′) o las primeras aportaciones de Rubio, muy avispado en el rebote y construcción.
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— Belgian Lions (@belgianlions) February 25, 2024
El precio a pagar, quizá, en los inicios de partidos al jugar durante estos meses. Subió el voltaje en el amanecer del segundo, con un buen Parra alargando distancia y la construcción sobre Sima (14-19, 13′). Aunque Bélgica supo contestar con Retin Obasohan, un versátil base, contestando con ocho puntos de todos los colores (19-19, 15′). España crecía, pero Bélgica estaba viva.
Aunque se quedó en esos 19. Quiso acelerar, pero se traducía en perder balones y fallar. Y aunque España no mejoró (lanzó 12 tiros de dos al descanso y 4/11 T3) sí que abrió margen entre los recursos de Sima en la pintura y el acierto desde el tiro libre de Jaime Fernández y Ricky Rubio, no brillante pero si productivo en la primera parte (19-26, 20′). Ritmo no había, sí un buen marcador.
Bélgica aprieta el partido
Ayudó a que en la segunda mitad la intensidad subiese con buenas noticias en el resultado. Gillet tuvo que coger el timón belga y con dos triples y una bomba metió a Bélgica en el partido. Y España no permitió fiestas, apareciendo con Parra, un Jaime Pradilla contundente debajo del aro y los primeros destellos de Juancho Hernangómez (28-34, 15′).
Pero no había diferencia real en el electrónico y no beneficiaba una España sin continuidad. Bélgica se había enchufado y Bako cazó en dos despistes -un rebote ofensivo y al intentar barrer en el aro- a Parra, recortando más el marcador. Solo Brizuela, con una suspensión preciosa y un triple sobre la bocina de posesión evitaba giros de guion (35-39, 29′). La ‘Mamba Vasca’, como pasó en Zaragoza, mantenía el pulso.
Había partido y Bélgica no estaba descartada. De hecho, la aparición de Jonas Delalieux con cinco puntos seguidos metía a los locales al mando con todo el último cuarto por disputarse (40-39, 30′). Aunque España entendió que no estaba en buena situación y aceleró en el amanecer del último parcial con una gran jugada sobre Brizuela y dos grandes decisiones en ataque de Alberto Díaz (40-45, 32′). Ricky Rubio, en ese momento, no aparecía en cancha y no lo haría más en todo el partido.
Bélgica da el estirón
Era un paso vital, pero no decidió nada. Porque es una batalla embarrada, llena de fallos por los dos lados. Obasohan, que tiene tanto corazón como bajo porcentaje de acierto, relanzó al corazón belga y Mwema lo empató desde fuera. Otra vez, España a remar en Charleloi (48-48, 37′) al no conseguir plantear bien sus ataques y ver el aro más cerrado que nunca.
Más todavía tras otro tirón belga. Gillet hizo un triple en la cabecera, Brizuela no se entendió con Pradilla, y Bélgica robó para que Obasohan dibujase una bandeja perfecta. Ya más que un susto (53-48, 38′), porque Pradilla solo acertó un tiro libre, perdió otro balón y Obasohan aceleró con otra gran entrada frontal.
Problemas por todos lados. Alberto Díaz no acertó en otro triple y aunque Pradilla sacó una falta en ataque no hubo traducción en recortar el marcador más allá de la actividad del siempre combativo Brizuela. Era necesario un milagro, casi imposible.
No llegó. Samardzic se dejó un tiro libre, Brizuela hizo otra gran bandeja y certificó ser el mejor jugador de una Ventana irregular (14 puntos y 3 asistencias), pero Schwartz no falló desde la personal. España volvía a caer (58-53) y está metida algún lío… aunque todavía queda mucha tela por cortar.