Este miércoles se jugó el primer encuentro de los cuartos de final en la serie entre el FC Barcelona y el Olympiacos de la Euroliga. El Palau Blaugrana fue el escenario dónde ambas divisas chocarían y el equipo griego sacaría la casta para conseguir la primera victoria de la serie. 75-77 fue el score final, en un encuentro muy vibrante y con emociones de principio a fin.
El cuadro heleno, que impuso su físico y solidez defensiva para imponer el ritmo que más le convenía, estuvo más acertado en los minutos decisivos para evitar la remontada del conjunto azulgrana, que peleó sin recompensa hasta el último suspiro.
Inicio complicado
El combinado de Roger Grimau ha salido desajustado durante los primeros minutos de juego, lo que ha permitido al equipo griego hacerse con las riendas del marcador (0-6, min. 3). No ha sido hasta que Jan Vesely ha convertido un tiro libre que el contador azulgrana no ha disfrutado de sus primeros puntos (2-6).
Poco a poco, y con todavía algunos nervios sobre la pista, los azulgranas se han rehecho. Tras un triple de Jabari Parker, Laprovittola ha logrado un 2+1 que ha hecho saltar el Palau al ver cómo los culés neutralizaban la ventaja griega y comenzaba un nuevo partido (12-13, min. 8).
Recuperada la igualdad en el marcador e instaurada sobre la pista desde el inicio del duelo, el primer tiempo ha estado marcado por el descontrol por parte de ambos equipos. Sobre todo por parte azulgrana que ha tenido algunas pérdidas de balón y ha concedido algunas canastas fáciles que ha dejado crecer el empuje visitante.
La igualdad se rompe ligeramente
Con un tiro de Abrines que ponía el 18-19, se ha cerrado el primer cuarto y el propio capitán ha sido el encargado de guiar al equipo en el segundo. Con dos triples consecutivos ha puesto el 28-25 que ha dado alas a los culés y ha dado la vuelta a la dinámica del primer tiempo. Ahora bien, la ventaja que los culés habían mantenido gran parte del período se ha esfumado en un santiamén antes de llegar al descanso.
Tras una antideportiva y una falta en ataque de Jan Vesely, el combinado de Pireus pudo abrir brecha (35-44).
El inicio de la segunda mitad ha sido calcado a la de la primera. El Barça no se ha entendido en la construcción del juego ofensivo y esto ha generado pérdidas que se han pagado a precio de oro (47-60). Los triples de Ricky y Abrines han puesto luz al ataque culé, pero los griegos contestaban sin temblar los empujones locales.
Ahora bien, con el Palau convertido en un infierno, los culés pudieron recortar la distancia en el marcador para llegar al último asalto con el 54-61 y creer en la victoria.
Pierden el factor pista
El último cuarto ha sido un auténtico duelo. Con afición y equipo en comunión, el Barça se ha hecho fuerte. Con una defensa más contundente y con mayor acierto en los lanzamientos, los de Roger Grimau se situaron a tiro de los de Bartzokas en tres ocasiones, pero desgraciadamente, los griegos se acabaron imponiendo (75-77).
Con esta derrota, los culés tendrán que remar duro si quieren asegurar su presencia en la F4 de Berlín y ganar mínimo un partido en el Peace Friendship Stadium.
Prensa Barcelona