El equipo fue abucheado por sus aficionados en Dallas
Pitados por su público, perdiendo hasta con equipos que deberían estar pensando en el tanking, con problemas entre los jugadores y con una estrella que no hace mucho prometía con dominar la NBA y que ahora está perdido sin encontrar la solución a la crisis. Así está el panorama en los Dallas Mavericks, que cayeron ante los Charlotte Hornets, 109-117, por sexta vez en los últimos ocho partidos que han disputado. En ese periodo han pasado de tener amarrado un lugar en los Playoffs a salir de los puestos de Play-In.
La situación en este tiempo se ha ido agravando hasta empezar a ser insostenible, porque el divorcio con los aficionados tejanos parece inevitable. Con 18 abajo, el equipo fue abucheado por gran parte de los asistentes al American Airlines Center durante un tiempo muerto en el tercer cuarto: «Probablemente debimos ser pitados ya en el primer cuarto«, decía el entrenador Jason Kidd sin eludir ni un ápice de responsabilidad. «Nuestro esfuerzo en el primer tiempo fue decepcionante«. Se refería Kidd a los 37 puntos encajados en el primer acto (57 al descanso) ante un equipo sin tres de sus titulares, que es penúltimo en el Este y que llegaba en noche consecutiva de partidos.
El partido, una de las mayores sorpresas de la temporada en la NBA, se resume rápido. Doncic logró la única ventaja local en la primera posesión. Luego vino el festival de los Hornets ante una de las peores defensas del campeonato llegando a ganar hasta por 21. Los Mavs reaccionaron para ponerse uno en el cuarto periodo y un 0-10 visitante selló la puñalada a los tejanos. Fin.
«Se supone que tenemos que luchar y jugar duro cada noche«, decía un Luka Doncic autor de 34 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias. «Y eso tiene que comenzar conmigo, tengo que ser el líder de este equipo y jugar mejor«, se autoexigía.
En el día en el que Doncic conocía la sanción de 35.000 euros de la NBA por su gesto de ‘arbitros comprados’ ante los Warriors, el esloveno reconoce que las cosas no están bien: «Lo puedes ver conmigo en la cancha. A veces no siento que sea yo, sólo estoy ahí. Solía divertirme mucho, sonriendo en la cancha, pero todo está siendo muy frustrante por muchas razones, no solo por el baloncesto».
Bingo. Por primera vez Luka admite que los problemas no se limitan a los árbitros, a las derrotas o a los partidos. Preguntado por las razones que le perturban, Luka citó problemas en su vida privada.
Tampoco ha ayudado nada el complicado proceso de adaptación del esloveno al juego de Kyrie Irving. Ya se pronosticaba tormentoso, pero a etas alturas puede provocar la autodestrucción. Y lanzó un recado a los aficionados: «He estado en Nueva York y sé cómo va esto. Siempre quieres jugar bien, pero sólo cinco personas pueden hacerlo para los Dallas Mavericks en la cancha. Si los aficionados quieren cambiar de sitio, bueno, serán bienvenidos igualmente», dijo considerando irrelevante la reacción con los pitidos al equipo. Pero la implosión de los Mavs es un hecho y la postemporada (y una galopante crisis si no la disputan) está en juego.
Nota de MARCA