El Madrid ya sufrió ante Baxi Manresa bajo tableros y no jugará ante el eterno rival el segundo clásico de la temporada
Walter Tavares no jugará el segundo Clásico de la temporada en el baloncesto español. El gigante caboverdiano, quebradero de cabeza habitual de cualquier rival en el Continente, no se recuperó de sus problemas respiratorios que le dejaron en la estacada ante BAXI Manresa y no peleará con Willy Hernangómez en la pintura del WiZink Center.
Chus Mateo, técnico blanco, confirmó la ausencia del 22. «Tiene un problema en las vías respiratorias. No voy a poder contar con él ante el Barcelona», relató. Es un giro radical a su planteamiento, que se verá seriamente dañado. En el Nou Congost, Manresa se hizo fuerte bajo tableros acreditando 43 capturas por 31 del equipo blanco que tuvo que hacerse valer por su talento individual.
El Madrid se fiará de Poirier y perfiles no tan puros como el mejor jugador de las últimas campañas en el seno blanco. «Estamos muy bien acostumbrados a tenerle con nosotros», confesó. Y apela al sentimiento de equipo para saber solventar la papeleta. «Cuando no está papá Edy, estamos los demás, eso es un equipo», agregó Mateo.
En clave Clásico, el Madrid volverá a fiarse de las habilidades de Facundo Campazzo, que hizo la vida imposible al Barça en la Supercopa de Murcia. Sin apoyo de Tavares, aunque la energía del base argentino en los dos lados de la cancha puede desnivelar la batalla. Una tónica para todo el curso, pudiendo alcanzar 15 Clásicos si se juegan todos los de Euroliga y todos de la Liga ACB. Una prueba de resistencia máxima.
En clave Barça, las noticias culés no fueron del todo alentadoras tras el choque ante Palencia. Vencido por la mínima, gracias a la picaresca de Nico Laprovittola en el último cuarto y prórroga. Y suman a un buen Willy Hernangómez, más despierto bajo tableros y promediando 15,5 puntos y 8 rebotes por cita. Sin Tavares, peligro.
Además de la de Gaby Deck, que en el puesto de ‘4’ es otro pilar en los dos lados de la cancha. El Barça ya hizo mucho daño al Madrid en la última final con un gran Vesely y el equipo blanco llega al segundo clásico más desnudo si cabe en posiciones interiores. Quedan más batallas, pero de primeras el campeón de Europa tiene que reinventarse.
Nota de Marca